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Enuresis Nocturna: Mi hijo moja la cama

Foto del escritor: Rosmary Sánchez ZavalaRosmary Sánchez Zavala

Para un niño o una niña, el control de esfínteres requiere que este haya adquirido una coordinación neurológica y física compleja, la cual implica que pueda usar voluntariamente los músculos apropiados para tensar y retener o aflojar y liberar los desechos del organismo. En función de ello, este proceso se fortalece a partir de los 18 meses aproximadamente y se madura entre los 5 y 6 años, llegando a perfeccionarse entre los 7 y 8 años; cuando ya el niño o la niña han alcanzado la madurez suficiente para tomar conciencia plena de la situación y decide en qué momento puede hacer uso sin ayuda del baño. El control de esfínteres (Ver tema relacionado) se inicia con retención nocturna de las heces fecales y luego diurna, mientras que para el control de la orina sucede al revés, primero se controla en el día y eventualmente se suprimen las micciones involuntarias en la noche. Sin embargo existen factores que pueden hacer complejo este proceso, gestando casos de enuresis nocturna.

La enuresis se conoce como la micción involuntaria e incontrolada, recibe el adjunto de nocturna pues la emisión de orina tiene lugar durante la noche. Existen dos tipos de enuresis nocturna:


  • Enuresis nocturna primaria: se refiere a niños que entre los 5 y 6 años nunca han logrado controlar de manera voluntaria las micciones nocturnas. Se habla además de que las micciones automáticas inesperadas puede ocurrir en un aproximado de 12 veces al mes, en 90 días seguidos. Se diferencia de la incontinencia pues la micción ocurre durante la noche y supera unos simples goteos.

  • Enuresis nocturna secundaria: se trata de niños que luego de lograr el control de las micciones nocturnas (superior a 6 meses) vuelven a tener emociones involuntarias de orina durante las noches.


Muchos padres llegan a pensar que la enuresis nocturna se produce pues el niño o la niña quieren llamar la atención, o son "flojos", o que se produce pues los niños toman mucha agua en las horas de la noche, sin embargo, la realidad es que la enuresis nocturna tiene muchos factores que la causan entre los cuales se destacan:


  • Factor hormonal: la vejiga se sobrecarga durante la noche por una disminución de los niveles de la hormona ADH u hormona antidiurética (vasopresina), dificultando la reducción de los niveles de orina que facilitan la emisión del sistema de alerta que despierta al individuo para evitar que se orine la cama.

  • Factores físicos: se han hecho estudios que demuestran que factores como una vejiga con capacidad reducida o debilidad en la musculatura del esfínter producen la liberación nocturna involuntaria de orina. Así mismo, otras condiciones de tipo orgánico como trastornos en los riñones o en las vías urinarias pudiesen asociarse a la enuresis nocturna, aunque hay estudios que colocan estas alteraciones como consecuencias mas que como causas.

  • Factores asociados a la maduración: en estudios realizados se ha encontrado que un retraso en la maduración del sistema nervioso central disminuye significativamente la capacidad del individuo para retener las micciones durante la noche. Así mismo se ha encontrado que niños que han vivido entrenamientos inadecuados para el control de esfínteres (iniciar demasiado pronto o demasiado tarde) puede retardar la maduración propia necesaria para alcanzar la habilidad requerida para el control de esfínteres nocturno.

  • Factores genéticos: estudios clínicos demuestran que el 77% de los niños descendientes de padres enuréticos pueden desarrollar la condición, hasta un 43% si un solo padre la vivió. De este modo, la predisposición genética se convierte en un factor etiológico de gran envergadura.

  • Factores asociados al sueño: en estudios realizados a niños enuréticos se ha encontrado que presentan una latencia mayor para despertar, es decir el sueño vence la capacidad operativa de la vejiga para anunciar que esta llena, de modo que al costarles más despertar no logran contener la orina durante la noche.

  • Factores psicológicos: en caso de enuresis primaria muy pocos factores pudiesen estar asociados, sin embargo la enuresis secundaria en su mayoría obedece a situaciones asociadas al campo de las emociones, situaciones estresantes, que El Niño o la niña estén inmersos en un proceso de cambio difícil que les resulte complejo de manejar, disminución de la autoestima (lo cual también aparece como consecuencia), así mismo estar sometido a situaciones de tipo traumáticas como ser víctimas de abusos físicos, verbales o incluso sexuales.


Como hemos visto, son muchos los factores que van a gestar la aparición de un cuadro de enuresis nocturna, es importante tener clara la causa para hacer la intervención mas adecuada para cada caso, a continuación despliego unas recomendaciones para que como padres podamos acompañar de manera respetuosa este proceso en nuestros hijos:


  • Evita las burlas, los castigos, los chantajes, las comparaciones; en lugar de terminar con el problema puedes empeorarlo.

  • Aunque te parezca contradictorio: no le pongas pañal, la idea es aumentar la auto conciencia sobre lo que sucede con su cuerpo y que pueda estar atento a las micciones aunque sucedan. Prevén la situación haciendo uso de elementos externos como protectores especiales para la cama.

  • Ofrécele líquidos cuando lo desee, trata de no generar estrés sobre la idea de dejar de beber líquidos durante la tarde y la noche. Esto solo pudiese producirles deshidratación (por no consumir suficientes líquidos) o ansiedad por querer consumirlos puesto que la negación los hace figura en lugar de fondo.

  • No le despiertes en medio de la noche, irrumpes el patrón de sueño y dejas de lado la acción natural del cuerpo de avisar cuando la vejiga este llena. Además de que al no coincidir con el momento de la micción es muy probable que pierdas tiempo valioso para que tu hij@ ejercite la musculatura del esfínter.

  • Invítale de manera respetuosa, cercana y con mucho tacto a cambiar del cambio de sábanas, si es mayorcit@ explícale donde están los cambios de sábana y cobija, así como las pijamas para que se encargue del asunto si sucede en la noche y decide hacer el cambio por si mismo.

  • Conversa sobre lo que puede estar sucediendo, escucha que opina sobre lo que le pasa y cómo se siente al respecto. Te aseguro que ningún niño a voluntad elige pasar por lo que pasan los niños al orinarse la cama, la sensación de vulnerabilidad y vergüenza les hace sentir mal, por ende maneja opciones de acompañamiento, tanto el o ella como tu quieren que esta situación termine.

  • Puede tomar el hábito de ir al baño antes de acostarse y reducir significativamente alimentos que irritan la vejiga como chocolates, te, gaseosas y bebidas azucaradas y carbonatadas.

  • Dale tiempo a los procesos de maduración y tómalo con la calma del caso, en lugar de caer en la preocupación puedes visitar a especialistas que te ayuden a despejar tus dudas y valorar al niño o a la niña por si algún factor orgánico, médico, físico o de maduración necesita atención. Así mismo realiza valoraciones médicas para despejar que consecuencias como infecciones urinarias no estén apareciendo en el panorama.

  • Puedes llevar registro de las micciones para tener en claro cómo ayudar a tus hijos a vivir el proceso.

  • Puedes necesitar fortalecer el proceso de control de esfínteres gestando un buen trabajo de eliminación de los desechos de la orina durante el día. Especialmente cuando le notes distraído o aplazando la ida al baño.

  • Si necesitas acompañamiento psicológico o terapéutico no dudes en acercarte a un especialista. De este modo puedes obtener una nueva visión de la situación y ayudarte a resolver la situación.


Para recibir asesoría online infórmate a través de info@mipsicomama.com.

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